El café de especialidad es un café de alta calidad. Para ser llamado de esta forma tiene que alcanzar un puntaje mínimo de 80/100 en una evaluación hecha por un catador certificado, a través de esta cata o cupping se controla la calidad del grano verde, sus atributos sensoriales y su resultado en taza.
El café de especialidad a profundidad
Este se obtiene de la especie arábica, una de las dos que se utilizan para preparar café en todo el mundo. Su cultivo es más exigente porque la planta es más propensa a enfermar y requiere el doble de altitud.
En cuanto a su sabor, el café 100% arábica está muy bien valorado porque tiene un perfil organoléptico más complejo con notas florales, frutales, achocolatadas o a frutos secos, entre otras.
Conoce nuestro café de especialidad.
¿Cómo se prepara el café de especialidad?
Se trata de un café obtenido a través de una laboriosa cadena de producción artesanal, que va desde la recolección a mano de cada cereza del café en su momento de maduración, cuanto más rojas, más alto su contenido de azúcar y mejor su sabor, hasta la preparación del barista.
El viaje de la semilla hasta tu taza es el siguiente:
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Elegir la semilla correcta
Entre los dos tipos que existen a nivel mundial, un café de especialidad requiere el uso de la semilla del tipo arábica porque produce más sabores y olores que la semilla robusta.
Además de su sabor, esta semilla tiene menos cafeína, pero se siente más ácida que la robusta. Generalmente, esta otra se utiliza para producir café soluble.
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Reunir solo las cerezas de café maduras
Es de vital importancia que las cerezas de donde saldrán los granos estén maduras y ya tengan un color rojo. Los expertos recolectores demoran mucho tiempo en las plantaciones escogiendo los frutos uno por uno.
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Seleccionar los granos perfectos
Luego de la recolección una a una, deben separarse los granos del fruto y escoger solo aquellos que no tienen daño. En caso de resultar defectuoso se aparta para producir café comercial.
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Someter el grano de café al mejor tueste
Una vez apartamos los granos perfectos, sigue proporcionarles el tueste ideal ya que es en este punto donde obtendrán todo su sabor. Es un punto que requiere vigilancia constante, ya que después de 30 días de tueste, el grano pierde su sabor y aroma.
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Saber preparar el café
Luego de tostar el grano hasta el punto perfecto, está listo para molerse y prepararse; es aquí donde entra el barista y se pone a prueba su capacidad de hacer la taza de café perfecta.
Un barista calificado conoce perfectamente la molienda ideal para que el grano de café libere todo su sabor a la hora de prepararlo.
Evaluación del Café de Especialidad
Como se mencionó al inicio, los cafés de especialidad llevan un puntaje que los clasifica según su calidad, pero para asignar su puntaje se lleva a cabo una clasificación en dos etapas.
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Primera etapa:
Se evalúa la calidad de los granos tomando muestras pequeñas en busca de defectos. Estos pueden aparecer por falta de maduración de la cereza, ataques de insectos y sobre fermentación, entre otras causas.
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Segunda etapa:
Luego de seleccionar los granos verdes, se los tuesta para analizar las cualidades sensoriales mediante un protocolo de cata llamado “Cupping”. Se evalúa su sabor, acidez, cuerpo, aroma y más características a las que se van asignando puntajes individuales que al final son sumados para definir el puntaje definitivo de la muestra.
Dentro de los Cafés de Especialidad, los que alcanzan un puntaje entre 80 y 84 se consideran como Muy buenos, entre 85 y 90 Excelentes y de 90 a 100 son Excepcionales.
Este café es de los consentidos por los conocedores del buen café, gracias a sus características gourmet y su frescura.
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